En México somos 123 millones de habitantes y, ¿Sabías que la población de mujeres excede por 3 millones a la de los hombres, pero la falta de oportunidades laborales para nosotras y las normas culturales que aún existen, nos han impedido crecer y considerarnos una fuerza considerable dentro de la economía mexicana?
Datos de la OCDE confirman que las mujeres de los países miembros, entre ellos México, perciben 16% menos en su salario que los hombres y probablemente estarás pensando “Pues pobres de ellas que se dejan y no saben negociar bien su salario, como nunca saben lo que quieren”
Yo me considero dentro de esas pocas mujeres que ha sabido sobrevivir en un mundo liderado por hombres, donde solo te toman en cuenta por tus atributos y no por tus conocimientos, por tu belleza y no por tu inteligencia y eso no es lo peor, lo peor es que por varios años yo consideraba esto como algo normal e incluso, en temas de salario consideraba que yo les debía el trabajo que les daba y que me merecía lo bajo que ganaba total, para mí, eso era mucho. Recuerdo una última vez que me atreví a pedirle a mi entonces jefe, que me diera un aumento y lo único que me dio fue más trabajo del que ni me podía imaginar orillándome, con toda su mala intención, a renunciar a mi puesto.
Con el tiempo comprendí que mi trabajo realmente sí valía y no solo eso, sino todos los años de inversión que había hecho para obtener los estudios y conocimientos con los que ahora cuento y los que sigo acumulando, ahora con mis estudios de Maestría en Collective Academy. Fue entonces que cuatro años después del anterior suceso y, ya trabajando para otro Corporativo, decidí postularme ahí mismo para una vacante de nivel mucho más alto que el que tenía actualmente. Escribí un correo directo al CEO, que cabe mencionar es un señor de más de 65 años, explicando puntualmente las intenciones para postularme y lo más divertido fue el estructurar los puntos de lo que yo valía y el por qué debía ese puesto pertenecerme, que por cierto, esto me dio puntos y finalmente, el voto decisivo para quedarme.
Tiempo después me enteré que justo en ese tiempo, en un vuelo hacia China, el CEO mostraba mi correo a los otros Directores de la empresa comentándoles lo MUY ATREVIDA que había sido para enviarle tremendo decálogo, Pero uno de ellos le contestó, “Lic. eso no es atrevimiento, eso es prueba de que realmente ella quiere ese trabajo y que tiene toda la intención de conseguirlo”. Me pregunto ahora, ¿Y si ese correo lo hubiera escrito un hombre? Ya no habría sonado tan atrevido cierto!!
De estas y otras cosas más pudiéramos todas las mujeres contar, México está sufriendo una gran crisis de género en pleno 2018, desde la educación que dan los padres hasta la de los maestros, en las provincias donde ves pueblos que incluso algunas de nosotras no tenemos ni voz ni voto, donde mi muchacha, se llama Mary y viene un día a la semana a limpiar mi departamento, se conforma con pagos de 250 pesos sin buscar siquiera pedir algún aumento, y eso que es una mujer con 4 hijos, dos nietos y un marido que vive desde hace 14 años en Estados Unidos, necesitada claro que lo está!!, pero el miedo a perder su empleo por considerarse una minoría y a que no exista ley alguna que la proteja, la limitan a pensar que es una persona con derechos y reconocimiento igual que el de otros.
Por eso es que a ti, mujer y hombre que me estás leyendo, te invito a cambiar tu modo de pensar. Mujeres dejen de perder el tiempo buscando al hombre rico que las mantenga y mejor aprovéchenlo para estudiar, emprender, viajar, conocer y realizar todo lo que siempre han soñado (Mientras ese sueño no sea el del hombre rico y nada más jejeje) y Hombres, por favor no solo somos personas bonitas y sonrientes, ni pedazos de carne u objetos de colección, somo seres humanos y nos merecemos el mismo respeto en el espacio que también habitamos con ustedes. Solo así y reitero, solo así dejaremos de ser solo “UNAS ATREVIDAS”.