La revolución tecnológica ha tenido un boom considerable y está modificando la manera en que los individuos interactúan entre sí. Por poner un ejemplo fácil, recuerdo que aún en mi año de intercambio las llamadas telefónicas a casa para hablar con la familia eran cosa seria y meticulosamente organizadas para que estuvieran presente al otro lado de la línea todos los que le sostenían a uno el alma a tan larga distancia, los abuelos en primera fila; hoy, “apenas” 10 años después, la facilidad con la que uno puede mantener contacto con los seres queridos es pasmosamente más sencilla, permanente y con una gama de posibilidades que va desde mensajes de texto, mensajes de voz, videoconferencias, memes e incluso algunas bromas de mal gusto cuando uno abre ciertos mensajes en el whatsapp. Todos estos cambios trajeron consigo nuevas configuraciones en las economías de los países y, mientras todo esto sucedía, una vieja palabra comenzó a cobrar auge como reguero de pólvora en los corrillos empresariales y gubernamentales: la productividad y el efecto de que a primera vista, con los avances tecnológicos, esta debería de incrementarse.
Pero, ¿Qué es exactamente la productividad? El Foro Económico Mundial la enfoca muy bien y la cataloga simplemente como la cantidad de un bien producida por un trabajador, siendo que a mayor cantidad, mayor productividad; además, para medirla se plantea la siguiente fórmula: Productividad=Unidades Producidas/Unidades Invertidas. Dado que no es el propósito de este artículo, no entraré en detalles sobre medición y comparabilidad sino que lo realmente destacable del texto en cuestión del WEF (Foro Económico Mundial por sus siglas en inglés) es la siguiente gráfica que muestra un comparativo en la productividad de economías avanzadas entre los periodos de 1996-2004 y del 2004-2014.[i]
Más allá del evidente descenso en la productividad para ambos periodos, lo interesante de la medición es que la disminución en la productividad de Reino Unido fue mucho mayor a la experimentada por Francia, no obstante en esta última los empleados trabajan menos horas por semana y en donde las leyes laborales son mucho más estrictas. Como apunte, el artículo menciona que de acuerdo al Chartered Management Institute, la cultura enfocada al trabajo sin importar las horas laborales y a manejar altos niveles de estrés contribuyen a esta mayor disminución de la productividad en el Reino Unido comparado con Francia[ii]. Todo esto es también aplicable a México en donde el número de horas trabajadas al año es el más alto entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como se muestra en la siguiente gráfica:[iii]
Por todo esto, el debate sobre cómo aumentar la productividad ocupa muchas páginas hoy en día y de hecho varios estudios sobre lo anterior se han venido realizando en instituciones de prestigio, pero una propuesta llama la atención por su carácter disruptivo: el acortar las horas laborales de la semana. El mismo WEF publicó un artículo titulado “Why wasting your time could be the key to productivity” en donde expone las bondades que nos dan el enfocarnos a cuestiones que, aunque no son del todo productivas para la visión general que tiene hoy en día la sociedad, lo son en extremo para nosotros y al ser de esta manera permiten que nos encontremos en mejores condiciones para desarrollar mejor nuestro trabajo.[iv]
Partiendo de todo lo anterior, para mejorar la productividad en México, el empresario Carlos Slim puso sobre la mesa de las discusiones nacionales la posibilidad de acortar la semana laboral en México buscando básicamente que la edad de retiro de los empleados sea mucho mayor (pasar aproximadamente de los 65 años a los 75), ampliar las jornadas laborales de estos tres días para que la economía en su conjunto se mantenga funcionando las 24 horas del día y dar espacio los demás días para que los empleados se enfoquen en las cuestiones que realmente son importantes para ellos. Sin embargo, diversos cuestionamientos se han suscitado entre economistas mexicanos, y en especial vale la pena ver la entrevista que dió a CNN Gerardo Esquivel y que parte de tres premisas básicas: [v]
Como conclusión, quisiera traer a colación a Samuel Huntington quien acuñó en su teoría de Choque de Civilizaciones el concepto de un País Desgarrado para definir a aquellos países que en algún momento de su historia, por razones geográficas, han decidido modificar su cultura/civilización; así, México ha batallado históricamente entre su posición Norteamericana y Latinoamericana, queriendo siempre pertenecer a la primera debido al desarrollo y bondades de ser considerado parte del mundo desarrollado; además, existe en México una enorme desigualdad social en donde las realidades que se viven en diferentes puntos del país son diametralmente opuestas. Es en este contexto que en lo personal me parece que la propuesta de Carlos Slim no embona al 100% dentro de la realidad mexicana y que en el mejor de los casos se adaptaría solamente a la forma de operar de las empresas de las que el es dueño. No es posible migrar a un esquema como el anterior con los bajos sueldos que se tienen y en donde el salario mínimo no alcanza para mantener a una familia, cuando las condiciones laborales de los trabajadores no son las óptimas y existen fenómenos como el outosurcing que van en detrimento de las condiciones de los trabajadores.
Todo lo anterior no significa que considere que la propuesta de Carlos Slim es mala, sino que no va en concordancia a México; sin embargo si me parece genial que se posicionen sobre la mesa estas nuevas formas de trabajo que tenderán a volver más flexible el ambiente laboral, al menos, lamentablemente, de esa parte del país que estamos dentro del sector formal.
[i] Petra Jahchan. (2016). What is productivity, and how do you measure it?. 29 Abril 2018, de World Economic Forum Sitio web: https://www.weforum.org/agenda/2016/07/what-is-productivity-and-how-do-you-measure-it/
[ii] Petra Jahchan. (2016). What is productivity, and how do you measure it?. 29 Abril 2018, de World Economic Forum Sitio web: https://www.weforum.org/agenda/2016/07/what-is-productivity-and-how-do-you-measure-it/
[iii] OECD (2018), Hours worked (indicator). doi: 10.1787/47be1c78-en (Accessed on 30 April 2018)
[iv] Olivia Goldhill. (2017). Why wasting your time could be the key to productivity. 30 Abril 2018, de World Economic Fourm Sitio web: https://www.weforum.org/agenda/2017/05/this-is-the-psychological-importance-of-wasting-your-time
[v] CNN en español. (2014). La propuesta de Slim de trabajar solo 3 días, ¿es viable?. 30 Abril 2018, de CNN Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=GhpGRAoIwSk
Se busca persona que haga lo que tú haces, por el mismo sueldo y que tan solo trabaje tres días a la semana. Interesados favor de enviar su CV al siguiente correo…
Quizás algún día así serán las vacantes laborales en nuestro país y el resto del mundo, o al menos ya es un tema de interés a nivel mundial y se están tomando medidas en esa dirección.
Cuando era pequeño uno de mis mayores sueños era que, por decreto nacional, se decidiera alargar los fines de semana y, me juraba a mi mismo, que si tan solo nos dieran un día más de descanso lograría ser mejor alumno. Lo único que necesitaba era más tiempo para jugar. Este era mi mayor sueño y, lamentablemente, a mis 26 años creo que mi niñez concluyó, y esto aún, no se ha cumplido.
Siempre me he considerado una persona creativa, sin el tiempo suficiente como para echar a andar todas mis ideas de negocios multimillonarios y culpo a los horarios laborales establecidos por los gobiernos. ¿Quiénes se creen para limitar de esta manera nuestro limitado tiempo de vida?
Para fortuna nuestra, en los últimos años el tema de las jornadas laborales ha sido un asunto clave, gracias a que las empresas han buscado la fórmula mágica para aumentar la productividad de sus empleados. Incluso el mismísimo magnate mexicano Carlos Slim propuso jornadas laborales de 3 días a la semana con el objetivo de aumentar la productividad. El argumento más fuerte para la reducción de días laborales es que esto puede servir como detonador de innovación potencial tanto de individuos, y empresas , así como de naciones enteras.
Como en todos los temas, hay pros y contras además de distintos puntos de vista, por lo que me gustaría analizar un poco de ambos lados.
Entre las ventajas que conlleva el trabajar menos días a la semana es que se podría extender la edad de retiro actual porque siendo realistas ya no es posible retirarse a los 50- 60 años, pues gracias a los avances médicos logramos vivir más años, por lo que necesitamos más recursos que las pasadas generaciones. La edad de retiro se podría extender hasta los 75 años.
Algo que se ha comprobado científicamente es que cuando uno trabaja muchas horas a la semana, la productividad y la atención caen. Y para nuestra mala fortuna las empresas buscan exprimir la productividad al máximo, no quieren contratar a más personas y esto conlleva a todo lo contrario que es un índice de productividad por los suelos.
Otro beneficio puede ser la generación de nuevos empleos ya que con más tiempo libre, la persona buscará nuevas formas de entretenimiento y estar ocupada, y es un sector que podría generar empleos para humanos y contrarrestar los que han sido y serán “robados” por robots y tecnología.
¿Por qué creen que Google deja que sus empleados utilicen el 20% del tiempo de sus jornadas laborales en nuevos proyectos de su interés personal? Porque han logrado identificar cómo generar mayor productividad en los empleados por medio de mayor libertad.
Al tener más tiempo libre, las personas dejan de tener excusas de porqué no han lanzado el negocio de sus sueños. Al tener más tiempo libre, las personas podrían cuidar su salud y esto por consecuencia impacta su felicidad y deja a un lado las excusas de porqué no nos ejercitamos. Si hay más tiempo libre podemos recuperarnos del estrés y la presión de la chamba y logramos regresar “rejuvenecidos“ y motivados. Si hay más tiempo se logra unir familias y amistades. Al estar más tiempo en casa, se logra que haya menos coches en las calles, el beneficio para el medio ambiente es claro, se reducen los gases contaminantes, baja el tráfico, hay menos accidentes y mantenimiento de vías.
Algunos países ya han logrado dar el primer paso. Francia es el claro ejemplo de ello. Los franceses redujeron las horas laborales semanales de 40 a 35; en Suecia y Finlandia se redujo de 8 a 6 horas diarias. Alemania trabaja 892 horas anuales menos que México según datos del World Economic Forum. Los cambios ya están presentes y son la tendencia a seguir.
Para comenzar con los cambios, es importante un entorno que sirva como apoyo. Sin embargo, en un principio no es necesario que exista una legislación, la palabra final esta en manos de las corporaciones.
Quizás el primer paso sería acortar la duración de la jornada laboral y no necesariamente días enteros para que no se reduzcan los sueldos como primera consecuencia; No obstante, aún hay un camino largo por recorrer para dar con el mejor modelo a seguir, para lograr el equilibrio que se esta buscando para los tiempos actuales.
Francia, país que logró ser pionero en este aspecto se ha enfrentado a problemas; por ejemplo, la mano de obra no es atractiva para los demás países y no se han logrado generar más empleos como se prometió en un principio.
¿Quién en su sano juicio pagaría el mismo salario por menos horas de trabajo si en China o México harían hasta lo imposible por cerrar un trato? Carencia de reglas a nivel internacional las hay, para lograr generar un juego justo que convenga a todos. Adicionalmente, muchos franceses siguen trabajando más de 35 horas semanales, lo único que ha cambiado es que esas horas extras son mejor pagadas o las intercambian por un RTT que básicamente es elegir un día libre.
En USA la productividad ha guiado a un boom de consumismo, en lugar de aprovechar de mejor manera el tiempo libre, lo emplean comprando cosas.
Para concluir me gustaría que nos planteemos la siguiente pregunta: ¿Por qué si México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que más labora, no es el más productivo y Alemania que es el que menos labora es el más productivo, según cifras de 2016?
Creo que el cambio cultural es vital y necesario si se quiere alcanzar una mayor productividad en las empresas y esto lo respaldan las Startups que son el claro ejemplo de romper con los paradigmas. Hay que entender que la competitividad no es depredación, hay que aprovechar la movilidad que se tiene para conectarnos a distancia y que esto puede ser utilizado como un incentivo, hay que comprender que si se tiene un enfoque en crecimiento personal apoyado por las empresas, estos retornarán por medio de productividad y fidelidad a las mismas y no estaríamos los Millenials cambiando de trabajo como de calzones. Contamos con información, acceso y tecnología, pero sabemos ¿para qué?.
Es momento de pasar de “Great Place to Work” a “Great Place to Grow”.
Andrés Uzeta
Dominic Basulto. (2014). Why a global three-day workweek would be good for innovation. 26 de abril 2018, de The Washington Post Sitio web: https://www.washingtonpost.com/news/innovations/wp/2014/07/30/why-a-global-3-day-workweek-would-be-good-for-innovation/?noredirect=on&utm_term=.a69bdfeb0c2c
James Adonis. (2010). The four-day work week. 26 de abril 2018, de The Sidney Morning Herlad Sitio web: https://www.smh.com.au/business/small-business/the-fourday-work-week-20100702-zqxz.html
Annalyn Kurtz. (2013). http://money.cnn.com/2013/07/09/news/economy/shorter-work-week/. 26 de abril 2018, de CNN Money Sitio web: http://money.cnn.com/2013/07/09/news/economy/shorter-work-week/
Florence Villeminot. (2016). 35-hour week: Do the French really work less?. 26 de abril 2018, de France 24 Sitio web: http://www.france24.com/en/20160225-french-economy-martine-aubry-35-hours-work-week-productivity-life-balance
Carrera. (2018). ¿CREES QUE TRABAJAS DEMASIADO? MÉXICO ES EL PAÍS DE LA OCDE QUE MÁS HORAS LABORA. 26 de abril 2018, de Expansion Sitio web: https://expansion.mx/carrera/2018/01/31/mexico-trabaja-2-255-horas-al-ano-es-el-pais-mas-productivo-de-la-ocde/amp?__twitter_impression=true
“Si cada instrumento, por una orden dada o incluso presentida, pudiese trabajar por sí mismo, como las estatuas de Dédalo y los trípodes de Vulcano, que, según el poeta, se dirigían a las reuniones de los dioses, si las lanzaderas tejiesen solas, si el arco tocase solo la cítara, los empresarios prescindirían de los obreros, y los amos de los esclavos.”
Aristóteles[1]
¿Has escuchado que Carlos Slim se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre tener semanas laborables de 3 días? Las 2 veces que más causaron impacto a nivel mundial fueron en 2016, luego de la publicación que la periodista venezolana, Patricia Laya, le realizara para Bloomberg[2]; y antes, en Julio de 2014, en su Ponencia “Crecer juntos. Estado y empresas” durante la XX Reunión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, en Asunción, Paraguay[3]. Las críticas a favor y en contra de la propuesta de Carlos Slim: “Three day workweek”, no se hicieron esperar, alrededor del mundo, en ninguna de las 2 ocasiones; sin embargo, ¿es en verdad esta una propuesta disruptiva? La intención de este entrada es contestar esta pregunta.
Una ventaja de vivir (y trabajar) después de 1980 es que hay temas de Derechos Humanos que damos por sentado. Escuchar sobre esclavitud, trabajos sin seguridad social, jornadas laborales de más de 8 horas, el voto femenino, ya no son temas de discusión en general, salvo cuando algún magnate se pronuncia por alguno de ellos (Slim y Richard Branson[4], en el caso de la jornada laboral). La realidad, es que no siempre fue así.
Hagamos una rápida revisión de los principales acontecimientos basada en la obra Historia General del Trabajo[5 y 6], salvo que se indique lo contrario.
En la Grecia Clásica, artesanos y comerciantes trabajaban desde el alba hasta bien entrada la noche, algo así como 16 horas al día; mientras que en Alejandría, durante la época Helenística, los mineros trabajaban, probablemente, 5 días y 5 noches sin descanso.
Durante la expansión del imperio de Alejandro Magno se traen de Galia y de Cártago los descubrimientos técnicos y la agricultura científica, que permitirán a Roma generar mano de obra especializada, quienes trabajaban entre 7 y 6 horas diarias, y, tiempo después, crear los latifundios, tipo de organización donde la máxima usada era “El esclavo no debe estar jamás inactivo. Cuando no está ocupado, debe dormir.” En este periodo, los artesanos trabajaban en promedio 12 horas.
Es importante hacer notar, que de Roma tenemos también 2 iniciativas que han impactado hasta nuestros días: el concepto de Ocio, que estaba reservado para los nobles; y el inicio del Derecho del Trabajo.
12, 16, 24 horas o días completos de trabajo sin descanso, así avanzó la jornada laboral durante la historia humana hasta que la revolución industrial trajo consigo diferentes momentos de tensión respecto a cuánto tiempo se consideraba “justo” trabajar.
Comenzando el siglo XIX, se habían establecido por ley jornadas máximas de 18 horas diarias en los Estados Unidos, posteriormente en 1886, el presidente Andrew Johnson, estableció las ocho horas de trabajo diarias, sin embargo, en la realidad los obreros trabajaban entre 14 y 18 horas diarias. Esta contradicción entre ley y hecho generó indignación entre las organizaciones sindicales de Estados Unidos y Canadá que estallaron en huelga el 1 de Mayo de 1886; en Chicago, se dio la más cruenta de las protestas, la Revuelta de Haymarket[7] (Como te habrás dado cuenta, por eso celebramos esta fecha como Día del Trabajo, en la mayor parte del mundo). Como resultado, algunos sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas, de nuevo, en la realidad la no aplicación de la directiva fue la constante, sobre todo durante la Primera Guerra Mundial, periodo en el cual el promedio de la jornada laboral, en la mayor parte de los países industrializados, era entre 10 y 12 horas diarias[8].
Fue la Revolución Rusa, 1917[9], la que trajo consigo el inicio del establecimiento de la máxima que Robert Owen declaró en 1817: “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, por primera vez en el mundo que establecía la jornada laboral de 8 horas de forma obligatoria, con algunos cambios para sectores y actividades en particular. Alemania seguiría el ejemplo en 1918, y es hasta 1919, que la Organización Mundial de Trabajo establece el Convenio No. 1 con el objetivo de hacer real las jornadas laborales de 8 horas o la semana laboral de 48 horas[10].
También fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) quien trajo la jornada de 7 horas por 6 días, en 1927; y en 1929 inició la jornada laboral de 4 días de trabajo y 1 de descanso, es decir, ¡Una semana laboral de 5 días con 32 horas! (Mucho antes de la propuesta de Slim 😅). Este sistema no fue sostenible por mucho tiempo, aquí la explicación del por qué según el periodista y literato francés Émile Servan-Schreiber: “Al realizar el cálculo de probabilidades, se llegaba a la conclusión de que una vez de cada 2 resultaba imposible telefonear o ir a ver al funcionario con que se deseaba hablar.”[11]
También fue la URSS que, en 1936, su Constitución Política establecía, por primera vez en la historia, 7 horas de trabajo diario y el “derecho al descanso”[12].
La Segunda Guerra Mundial estalla y prácticamente todo el mundo incumple con las 8 horas, excepto la URSS, que opta por un modelo de 46 horas semanales: 5 días de 8 horas y sábados de 6 horas. ¡La menor jornada de la época!
Para 1940, se regresa al esquema de 40 horas; pero hasta 1956 se establecen las jornadas de 7 horas para todos y en 1958 se experimenta con una jornada de 6 horas en la fábrica de Tachkent, que se finalizó sin éxito en 1959.
En 1962 la OIT genera la Recomendación No. 116, concerniente a la Reducción de Horas de Trabajo sin afectar la compensación y beneficios de los trabajadores[13], ya que el objetivo es mejorar su calidad de vida, no lo contrario.
La URSS tenía planes de llegar a una jornada laboral de 35 horas o menos para 1968. Sin embargo, en 1984 su jornada oficial máxima semanal era de 41 horas[14].
La llegada del nuevo milenio, así como la automatización de una gran cantidad de tareas mediante las tecnologías de información y comunicaciones, ayudó a que algunos países lograran establecer, en su legislación respectiva, jornadas laborales menores a las 40 horas; se listan en la siguiente tabla con datos de los casos recopilados por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2015[15]:
País |
Jornada Laboral Semanal |
Países Bajos |
29 horas |
Dinamarca |
33 horas |
Noruega |
33 horas |
Italia |
36 horas |
Australia |
Sector Público 36 horas, Sector Privado: 38 horas |
Suiza |
35 horas |
Bélgica |
Máximo de 39 hrs semanales, pero los contratos varían entre 35 y 38 |
Irlanda |
34 horas |
Alemania |
35 horas |
Francia |
35 horas |
El análisis histórico que hemos hecho, nos indican que en realidad, la propuesta de Carlos Slim no es nueva; es parte de la ola de reducción de horas que está sucediendo en el mundo, aunque, si escuchamos bien su discurso, la intención es tener 3 días de 11 horas, es decir, 33 horas semanales de trabajo, que sería lo que podríamos llamar "disruptivo", pero queda completamente fuera de los convenios y recomendaciones de la OIT, documentos que México ha firmado y ratificado[15].
Desde mi perspectiva, hacer real esta medida implicaría 1 de 3 escenarios:
Después de haber respondido la pregunta core del texto, así como conocer la evolución de la jornada laboral en el mundo, me permito concluir que en México tanto empleadores como empleados debemos hacer un esfuerzo en la implementación de herramientas tecnológicas, ya que ellas nos permitirán alcanzar las 40 horas semanales primero y luego trabajar en la reducción de esas horas, y así mantenernos en el marco de los Convenios y Recomendaciones de la OIT. Porque, como afirman en su estudio sobre la Evolución del Empleo [17] los sociólogos franceses Jean-René Tréanton y Jacques Dofny, de 1964:
“Es el progreso técnico, que no la ley, el que reduce de modo más seguro la duración del trabajo.”
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[Fuentes y Notas]
1 Citado en el Epílogo a cargo de André Aymard del libro Historia General del Trabajo, ver 5.
2 Laya, Patricia. Bloomberg. 2016. “Mexico’s richest man wants a three-day workweek”. Extracto de la entrevista, en inglés. En https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-08-04/mexico-s-richest-man-wants-a-three-day-workweek consultado el 19 de Marzo del 2018. Se requiere acceso para visualizar.
3 carloslimvideoficial. Agosto 1, 2014. Ponencia del Ing. Carlos Slim titulada “Crecer juntos. Estado y empresas”. Video de YouTube. En https://www.youtube.com/watch?v=l6UXLg6mukY visualizado el 20 de Marzo del 2018.
4 Branson, Richard. Virgin. 25 de Julio del 2014. “Why Carlos Slim’s three-day working week idea could work”. Entrada de Blog. En https://www.virgin.com/richard-branson/why-carlos-slims-three-day-working-week-idea-could-work consultado el 21 de Marzo del 2018.
5 Parias, Louis-Henri (coord.). 1964. Historia General del Trabajo. Tomo I: Prehistoria y Antigüedad. Ediciones Grijalbo. Barcelona, España.
6 Touraine, Alain (coord.). 1964. Historia General del Trabajo. Tomo IV: La civilización industrial. Ediciones Grijalbo. Barcelona, España.
7 Wikipedia. 2018. Revuelta de Haymarket Dentro de Wikipedia, La enciclopedia libre. En https://es.wikipedia.org/wiki/Revuelta_de_Haymarket consultado el 26 de Marzo del 2018.
8 Diccionario de Economía Política de Borísov, Zhamin y Makárova. 2018. Jornada Laboral. Dentro de eumed.net Enciclopedia Virtual. En http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/k/jornada.htm consultado el 25 de Marzo del 2018.
9 RT en Español. Noviembre 7, 2017. ¿Dónde nació la reducción de la jornada laboral, la legalización del aborto o el sufragio universal? Video de YouTube. En https://www.youtube.com/watch?v=9A1z2LmKnWA visualizado el 25 de Marzo del 2018.
10 International Labour Organization. 1919. C001 - Hours of Work (Industry) Convention, 1919 (No. 1) dentro de Normlex. En http://www.ilo.org/dyn/normlex/en/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C001 consultado el 26 de Marzo del 2018.
11 Citado en el Tomo IV de la Historia General del Trabajo, ver 6.
12 Citas Marxistas. Marzo 9 del 2008. “Artículo 119.-- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso”. Entrada de blog. En http://citasmarxistas.blogspot.mx/2008/03/artculo-119-los-ciudadanos-de-la-urss.html consultado el 26 de Marzo del 2018.
13 International Labour Organization. 1962. R116 - Reduction of Hours of Work Recommendation, 1962 (No. 116) dentro de Normlex. En http://www.ilo.org/dyn/normlex/en/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:R116 consultado el 25 de Marzo del 2018.
14 Organización Internacional del Trabajo. 2005. “Horas de Trabajo ¿De lo fijo a lo flexible? Conferencia Internacional del Trabajo. Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, Suiza.
15 Santano, Sergio Julio. La reducción de la jornada laboral como medida contra el desempleo. Trabajo final de grado. Universidad Autónoma de Barcelona. 2016. Archivo en Adobe PDF. En https://ddd.uab.cat/pub/tfg/2016/165204/TFG_sjuliosantano.pdf consultado el 20 de Marzo del 2018.
16 Es posible localizar esta información dentro de 10 y 13.
17 Dentro del Tomo IV de la Historia General del Trabajo, ver 6.