“Si cada instrumento, por una orden dada o incluso presentida, pudiese trabajar por sí mismo, como las estatuas de Dédalo y los trípodes de Vulcano, que, según el poeta, se dirigían a las reuniones de los dioses, si las lanzaderas tejiesen solas, si el arco tocase solo la cítara, los empresarios prescindirían de los obreros, y los amos de los esclavos.”
Aristóteles[1]
¿Has escuchado que Carlos Slim se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre tener semanas laborables de 3 días? Las 2 veces que más causaron impacto a nivel mundial fueron en 2016, luego de la publicación que la periodista venezolana, Patricia Laya, le realizara para Bloomberg[2]; y antes, en Julio de 2014, en su Ponencia “Crecer juntos. Estado y empresas” durante la XX Reunión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, en Asunción, Paraguay[3]. Las críticas a favor y en contra de la propuesta de Carlos Slim: “Three day workweek”, no se hicieron esperar, alrededor del mundo, en ninguna de las 2 ocasiones; sin embargo, ¿es en verdad esta una propuesta disruptiva? La intención de este entrada es contestar esta pregunta.
Una ventaja de vivir (y trabajar) después de 1980 es que hay temas de Derechos Humanos que damos por sentado. Escuchar sobre esclavitud, trabajos sin seguridad social, jornadas laborales de más de 8 horas, el voto femenino, ya no son temas de discusión en general, salvo cuando algún magnate se pronuncia por alguno de ellos (Slim y Richard Branson[4], en el caso de la jornada laboral). La realidad, es que no siempre fue así.
Hagamos una rápida revisión de los principales acontecimientos basada en la obra Historia General del Trabajo[5 y 6], salvo que se indique lo contrario.
En la Grecia Clásica, artesanos y comerciantes trabajaban desde el alba hasta bien entrada la noche, algo así como 16 horas al día; mientras que en Alejandría, durante la época Helenística, los mineros trabajaban, probablemente, 5 días y 5 noches sin descanso.
Durante la expansión del imperio de Alejandro Magno se traen de Galia y de Cártago los descubrimientos técnicos y la agricultura científica, que permitirán a Roma generar mano de obra especializada, quienes trabajaban entre 7 y 6 horas diarias, y, tiempo después, crear los latifundios, tipo de organización donde la máxima usada era “El esclavo no debe estar jamás inactivo. Cuando no está ocupado, debe dormir.” En este periodo, los artesanos trabajaban en promedio 12 horas.
Es importante hacer notar, que de Roma tenemos también 2 iniciativas que han impactado hasta nuestros días: el concepto de Ocio, que estaba reservado para los nobles; y el inicio del Derecho del Trabajo.
12, 16, 24 horas o días completos de trabajo sin descanso, así avanzó la jornada laboral durante la historia humana hasta que la revolución industrial trajo consigo diferentes momentos de tensión respecto a cuánto tiempo se consideraba “justo” trabajar.
Comenzando el siglo XIX, se habían establecido por ley jornadas máximas de 18 horas diarias en los Estados Unidos, posteriormente en 1886, el presidente Andrew Johnson, estableció las ocho horas de trabajo diarias, sin embargo, en la realidad los obreros trabajaban entre 14 y 18 horas diarias. Esta contradicción entre ley y hecho generó indignación entre las organizaciones sindicales de Estados Unidos y Canadá que estallaron en huelga el 1 de Mayo de 1886; en Chicago, se dio la más cruenta de las protestas, la Revuelta de Haymarket[7] (Como te habrás dado cuenta, por eso celebramos esta fecha como Día del Trabajo, en la mayor parte del mundo). Como resultado, algunos sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas, de nuevo, en la realidad la no aplicación de la directiva fue la constante, sobre todo durante la Primera Guerra Mundial, periodo en el cual el promedio de la jornada laboral, en la mayor parte de los países industrializados, era entre 10 y 12 horas diarias[8].
Fue la Revolución Rusa, 1917[9], la que trajo consigo el inicio del establecimiento de la máxima que Robert Owen declaró en 1817: “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, por primera vez en el mundo que establecía la jornada laboral de 8 horas de forma obligatoria, con algunos cambios para sectores y actividades en particular. Alemania seguiría el ejemplo en 1918, y es hasta 1919, que la Organización Mundial de Trabajo establece el Convenio No. 1 con el objetivo de hacer real las jornadas laborales de 8 horas o la semana laboral de 48 horas[10].
También fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) quien trajo la jornada de 7 horas por 6 días, en 1927; y en 1929 inició la jornada laboral de 4 días de trabajo y 1 de descanso, es decir, ¡Una semana laboral de 5 días con 32 horas! (Mucho antes de la propuesta de Slim 😅). Este sistema no fue sostenible por mucho tiempo, aquí la explicación del por qué según el periodista y literato francés Émile Servan-Schreiber: “Al realizar el cálculo de probabilidades, se llegaba a la conclusión de que una vez de cada 2 resultaba imposible telefonear o ir a ver al funcionario con que se deseaba hablar.”[11]
También fue la URSS que, en 1936, su Constitución Política establecía, por primera vez en la historia, 7 horas de trabajo diario y el “derecho al descanso”[12].
La Segunda Guerra Mundial estalla y prácticamente todo el mundo incumple con las 8 horas, excepto la URSS, que opta por un modelo de 46 horas semanales: 5 días de 8 horas y sábados de 6 horas. ¡La menor jornada de la época!
Para 1940, se regresa al esquema de 40 horas; pero hasta 1956 se establecen las jornadas de 7 horas para todos y en 1958 se experimenta con una jornada de 6 horas en la fábrica de Tachkent, que se finalizó sin éxito en 1959.
En 1962 la OIT genera la Recomendación No. 116, concerniente a la Reducción de Horas de Trabajo sin afectar la compensación y beneficios de los trabajadores[13], ya que el objetivo es mejorar su calidad de vida, no lo contrario.
La URSS tenía planes de llegar a una jornada laboral de 35 horas o menos para 1968. Sin embargo, en 1984 su jornada oficial máxima semanal era de 41 horas[14].
La llegada del nuevo milenio, así como la automatización de una gran cantidad de tareas mediante las tecnologías de información y comunicaciones, ayudó a que algunos países lograran establecer, en su legislación respectiva, jornadas laborales menores a las 40 horas; se listan en la siguiente tabla con datos de los casos recopilados por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2015[15]:
País |
Jornada Laboral Semanal |
Países Bajos |
29 horas |
Dinamarca |
33 horas |
Noruega |
33 horas |
Italia |
36 horas |
Australia |
Sector Público 36 horas, Sector Privado: 38 horas |
Suiza |
35 horas |
Bélgica |
Máximo de 39 hrs semanales, pero los contratos varían entre 35 y 38 |
Irlanda |
34 horas |
Alemania |
35 horas |
Francia |
35 horas |
El análisis histórico que hemos hecho, nos indican que en realidad, la propuesta de Carlos Slim no es nueva; es parte de la ola de reducción de horas que está sucediendo en el mundo, aunque, si escuchamos bien su discurso, la intención es tener 3 días de 11 horas, es decir, 33 horas semanales de trabajo, que sería lo que podríamos llamar "disruptivo", pero queda completamente fuera de los convenios y recomendaciones de la OIT, documentos que México ha firmado y ratificado[15].
Desde mi perspectiva, hacer real esta medida implicaría 1 de 3 escenarios:
Después de haber respondido la pregunta core del texto, así como conocer la evolución de la jornada laboral en el mundo, me permito concluir que en México tanto empleadores como empleados debemos hacer un esfuerzo en la implementación de herramientas tecnológicas, ya que ellas nos permitirán alcanzar las 40 horas semanales primero y luego trabajar en la reducción de esas horas, y así mantenernos en el marco de los Convenios y Recomendaciones de la OIT. Porque, como afirman en su estudio sobre la Evolución del Empleo [17] los sociólogos franceses Jean-René Tréanton y Jacques Dofny, de 1964:
“Es el progreso técnico, que no la ley, el que reduce de modo más seguro la duración del trabajo.”
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[Fuentes y Notas]
1 Citado en el Epílogo a cargo de André Aymard del libro Historia General del Trabajo, ver 5.
2 Laya, Patricia. Bloomberg. 2016. “Mexico’s richest man wants a three-day workweek”. Extracto de la entrevista, en inglés. En https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-08-04/mexico-s-richest-man-wants-a-three-day-workweek consultado el 19 de Marzo del 2018. Se requiere acceso para visualizar.
3 carloslimvideoficial. Agosto 1, 2014. Ponencia del Ing. Carlos Slim titulada “Crecer juntos. Estado y empresas”. Video de YouTube. En https://www.youtube.com/watch?v=l6UXLg6mukY visualizado el 20 de Marzo del 2018.
4 Branson, Richard. Virgin. 25 de Julio del 2014. “Why Carlos Slim’s three-day working week idea could work”. Entrada de Blog. En https://www.virgin.com/richard-branson/why-carlos-slims-three-day-working-week-idea-could-work consultado el 21 de Marzo del 2018.
5 Parias, Louis-Henri (coord.). 1964. Historia General del Trabajo. Tomo I: Prehistoria y Antigüedad. Ediciones Grijalbo. Barcelona, España.
6 Touraine, Alain (coord.). 1964. Historia General del Trabajo. Tomo IV: La civilización industrial. Ediciones Grijalbo. Barcelona, España.
7 Wikipedia. 2018. Revuelta de Haymarket Dentro de Wikipedia, La enciclopedia libre. En https://es.wikipedia.org/wiki/Revuelta_de_Haymarket consultado el 26 de Marzo del 2018.
8 Diccionario de Economía Política de Borísov, Zhamin y Makárova. 2018. Jornada Laboral. Dentro de eumed.net Enciclopedia Virtual. En http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/k/jornada.htm consultado el 25 de Marzo del 2018.
9 RT en Español. Noviembre 7, 2017. ¿Dónde nació la reducción de la jornada laboral, la legalización del aborto o el sufragio universal? Video de YouTube. En https://www.youtube.com/watch?v=9A1z2LmKnWA visualizado el 25 de Marzo del 2018.
10 International Labour Organization. 1919. C001 - Hours of Work (Industry) Convention, 1919 (No. 1) dentro de Normlex. En http://www.ilo.org/dyn/normlex/en/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C001 consultado el 26 de Marzo del 2018.
11 Citado en el Tomo IV de la Historia General del Trabajo, ver 6.
12 Citas Marxistas. Marzo 9 del 2008. “Artículo 119.-- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso”. Entrada de blog. En http://citasmarxistas.blogspot.mx/2008/03/artculo-119-los-ciudadanos-de-la-urss.html consultado el 26 de Marzo del 2018.
13 International Labour Organization. 1962. R116 - Reduction of Hours of Work Recommendation, 1962 (No. 116) dentro de Normlex. En http://www.ilo.org/dyn/normlex/en/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:R116 consultado el 25 de Marzo del 2018.
14 Organización Internacional del Trabajo. 2005. “Horas de Trabajo ¿De lo fijo a lo flexible? Conferencia Internacional del Trabajo. Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, Suiza.
15 Santano, Sergio Julio. La reducción de la jornada laboral como medida contra el desempleo. Trabajo final de grado. Universidad Autónoma de Barcelona. 2016. Archivo en Adobe PDF. En https://ddd.uab.cat/pub/tfg/2016/165204/TFG_sjuliosantano.pdf consultado el 20 de Marzo del 2018.
16 Es posible localizar esta información dentro de 10 y 13.
17 Dentro del Tomo IV de la Historia General del Trabajo, ver 6.