La verdad es que el mundo está cambiando a una velocidad impresionante y con este cambio viene la necesidad de adaptar nuestra manera de trabajar a un modelo mucho más flexible.
Dicen que desde que nuestra generación entró a ser parte de la fuerza laboral, hemos cambiado las reglas del juego. Aseguran que los jóvenes de hoy buscamos más balance entre nuestra vida profesional y nuestra vida personal, que estamos dispuestos a escoger un trabajo con un propósito sobre otro sin propósito mejor remunerado y que sacrificamos la “antigüedad” en una empresa por obtener diferentes experiencias.
Pero honestamente, seguimos con modelos poco flexibles, anticuados. Muchos de nosotros seguimos trabajando de 9am-7pm de lunes a viernes, seguimos con sólo 6 días de vacaciones a partir del primer año en una empresa, horas extras no remuneradas, pero eso sí, nos cuentan las faltas de trabajo no “justificadas” como si estuviéramos en la escuela.
Hace 4 años, Carlos Slim expuso la propuesta de reducir la jornada laboral a tres días de once o doce horas cada uno con cuatro días libres y asegura que: “con 3 días de trabajo se tendrá más tiempo para el esparcimiento y mejorar la calidad de vida”. También menciona que, para las empresas, el costo que podría significar tener a la gente trabajando sólo 3 días de la semana, se podría compensar en el ahorro en gastos de jubilación, planteando la edad de retiro hasta los 70-75 años en vez de los 60-65.
Lo que Slim propone es intercambiar semanas laborales de 40-50 horas hasta los 65 años por semanas de 30 horas hasta los 75. Es decir, trabajar menos horas semanales por más tiempo, y así lograr que las personas con más experiencia en la industria se queden un poco más de tiempo y a la vez tener más balance entre la vida laboral y personal.
Pero, ¿no será que, al recortar los días laborales, incrementar las horas por día y alargar la edad de retiro, nos sigamos encasillando y no lograremos el balance de vida que buscamos?
La razón por la que las nuevas generaciones valoramos tanto la harmonía entre vida-trabajo es porque somos una generación acostumbrada a estar siempre conectada, siempre disponible… esa separación que existía antes del Internet y de los celulares entre tu oficina y tu casa, ya no existe. En la casa, contestamos correos de trabajo y en el trabajo mandamos mensajes personales; por lo que aún cuando nos recorten los días que tenemos que estar en la oficina, si las empresas no cambian la mentalidad y las expectativas, no vamos a lograr ese balance de vida que buscamos.
Si en México, como en muchos países, seguimos enfocados en que no llegues tarde a trabajar, no nos pagan las horas extras y para ir al banco tienes que pedir un permiso especial, y no empezamos a enfocarnos en resultados y compromiso, trabajar 3 días por más horas resultará igual o más frustrante que la realidad.
En mi opinión que debemos empezar por revisar la productividad de la gente en nuestras empresas y analizar las razones por las cuales no estamos tan comprometidos en nuestro trabajo. Empecemos por tener horarios flexibles, poder trabajar desde casa cuando se requiera, y enfoquémonos en los resultados y el cumplimiento de las tareas y responsabilidades asignadas. Si creamos modelos de trabajo en los que no tenemos que estar todo el día en la oficina y ponemos las plataformas necesarias para la medición y asegurar el compromiso, creo que podemos estar más cerca de lo lograr ese balance entre nuestra vida y nuestro trabajo que todos anhelamos. Sé que algunos ya lo hacen, pero en México, son pocos.
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FUENTES:
https://www.cnbc.com/2018/07/19/new-zealand-experiment-finds-4-day-work-week-a-success.html
http://blog.ryan-jenkins.com/this-is-why-millennials-care-so-much-about-work-life-balance
https://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/07/18/971566
http://www.parkcom.co.uk/millennials-rule-workforce-2020/
https://www.newyorker.com/science/maria-konnikova/three-day-week